21 may 2012

Para no sentir, traté de no verte; para no llorar, preferí la apatía; para no extrañarte, la indiferencia; para no quererte, el odio
Para olvidarte, elegí simplemente no recordar; para que sea menos doloroso, me anestesié el corazón con mentiras; para no lastimarte ni lastimarme, quise evitarte. 
Para seguir viviendo, traté de olvidar que tú también me olvidabas y que alguna vez nuestras vidas se juntaron para compartir tantos momentos. 

Para ser feliz, conté tus risas; para estar triste, lloré tus lágrimas; para sentirme querida, volví a buscar tus brazos


Para sentirme odiada, recordé las veces que me buscaste; para no tenerle miedo a la soledad, imaginé que todavía estabas; para pensar un poquito menos, fuí egoísta como de costumbre y pensé en mi misma. 

Para corregir mis errores, preferí borrarlos de mi memoria y creer que todo iba a estar bien; para no necesitarte, me independicé a mi manera
Para poder cargar conmigo misma, intenté olvidarme; para intentar detener el mundo, paré el tiempo en los segundos que pasé sin tí y solo me quedaron los momentos más maravillosos. 


Para obtener mi propio perdón, me auto-convencí de que tú estabas perfectamente bien; para ocultar mi miedo a perderte, dejé que te fueras sin tratar de hacer algo para impedirlo

Para no pensar en el presente y mucho menos en el futuro, recordé el pasado; para no aclarar mis dudas, dejé que me conformara con los inconstantes rumores. 
Para ayudarme a estar contenta, respeté mis decisiones y con dolor, acepté el final que yo misma decidí. 


Para falsificar tu presencia, me acerqué a ti aunque no me vieras. Pero hoy me propuse olvidarte.

No hay comentarios: